(Artículo publicado en la web Mentes de ácido en 2008)
Descubrir la existencia de un músico como Jose Carlos Sisto fue una de las razones que me llevaron a comenzar la web Mentes de Ácido y especialmente desde el punto de visto de un fan, nunca desde la de un crítico o un "entendido" (que por otro lado estoy lejos de ser). La sorpresa de tener en nuestro país un guitarrista de la talla de un Nick Saloman o un Gary Ramon me supuso una inmensa alegría, pero por otro lado sentí una gran decepción al comprender hasta que punto había sido ignorado por los medios y sellos discográficos que supuestamente apoyan el underground y que sin embargo han mantenido un casi total desinterés ante su música. Sería de otra manera si Sisto fuera inglés, yanqui o de algún otro país, pero ya sea por prejuicios, incultura musical o quien sabe que, el hecho de un que un español practique heavy psych de tremenda calidad no parece despertar demasiado interés en este país. No obstante, la realidad es que Sisto ha producido un buen puñado de canciones que no deberían pasar desapercibidas para cualquier amante de la psicodelia más guitarrera, y eso es lo que en verdad importa.
Con este artículo queremos hacer un repaso de las grabaciones de J.C. Sisto, normalmente repartidas en pequeñas ediciones artesanales en CD que casi siempre han corrido a cargo de él mismo y con formaciones que nunca han logrado ser estables demasiado tiempo. Seguramente sea por esta razón que su música es bastante desconocida incluso para gran parte de los aficionados a la psicodelia, el space rock o el progresivo, ya que es bastante difícil hacerse con sus discos, tan solo localizables en algunas tiendas especializadas o catálogos de venta por correo.
Pero comencemos por el principio. Este músico jerezano (madrileño de adopción) comenzó su andadura musical alrededor de 1994 con un grupo de su ciudad llamado Los Expresionistas, banda en formación de trío que también incluía a Juan M. Cabral al bajo (también participó Juan M. Bermudez con este instrumento) y Pablo León a la batería. Hace poco el sello Golem Discos (creado por el propio Sisto) ha editado un CD que recopila material de las tres maquetas que llegó a realizar la formación y gracias a eso podemos hacernos una idea de como sonaban Los Expresionistas. A medio camino entre el rock ácido y un power pop bastante agresivo, este es el grupo que sirvió a Sisto para ir encontrando un estilo y afinar su gran talento a la guitarra. Es verdad que estas maquetas suenan primerizas y algo dispares, pero entre ellas hay un material excelente que anticipa de forma clara muchos de los ingredientes que posteriormente destacarán en Fuzz Machine y Mater Dronic.
Con letras en castellano (siempre será así en todos sus proyectos, salvo en muy pocas excepciones) de un estilo entre surrealista y de un romanticismo cruel (muy al estilo de un Corcobado, pero podríamos decir que "psicodelizado") Sisto nos ofrece unas composiciones muy melódicas, aunque a veces sean de una aspereza eléctrica desatada. Él es un vocalista más que aceptable para un estilo que se preste a las melodías muy marcada o los estribillos pegadizos, Los Expresionistas explotaban esto al máximo en temas que a veces rozan lo empalagoso, otros, no obstante, entran en un sonido mucho más agresivo y machacón, pero en ambos casos con un punto ácido y efervescente que los hace francamente interesantes. Temas como "Visión de una existencia", "La Garganta" o el instrumental "Danza del sur" son plenamente hardrockeros y contundentes, aquí encontramos al Sisto que gusta de desparramar y abusar de los pedales, pero otros como "Princesa Luciérnaga" o "Mudos ojos" son mucho más calmados e introspectivos, más cercanos a un pop que podríamos definir como decadente.
Respecto a la suerte del grupo, parece ser que ya desde sus primeros conciertos Los Expresionistas comenzaron a provocar reacciones muy positivas en el público. Como método de promoción se presentaron a varios concursos musicales resultando ganadores (incluso llegaron a ser seleccionados para el Villa de Bilbao), lo que les valió para grabar sus maquetas en condiciones bastante aceptables de sonido. En un momento dado entablaron conversaciones con un sello malagueño con la idea de sacar un EP, para ello se grabaron cuatro temas (que puedes encontrar en el CD de Fuzz Machine "Púrpura Ardiendo"), pero tal EP, desgraciadamente, nunca vio la luz. Después de esto, para colmo, ganaron otro concurso, esta vez celebrado en Jaén, cuyo premio iba a ser la grabación de un LP, pero por desgracia el organizador escapó con la pasta y nunca llegó a materializarse el premio. Así pues, entre una cosa y otra el grupo no llego a despegar del todo y como no podía ser de otra manera terminaron por perder la ilusión y se disolvieron.
Tras su aventura con esta banda Sisto se traslada a Madrid para probar mejor suerte. Allí lo intenta con varios proyectos que no llegan a nada (entre los que se incluye una efímera banda, llamada Rama Lama, junto con Kike Turmix). Gracias a estos vaivenes conoce a Pedro Leon, que tocaba la guitarra (de hecho actualmente es el guitarrista de T Sex, excelente grupo de hard blues rock afincado en Illescas, Toledo), pero que para la ocasión decide acompañarle al bajo. Además se encuentra casualmente con Pablo Moreno (un amigo de Jerez) que asume el puesto en la batería, y de esta manera nace Fuzz Machine, nuevamente un trío, pero esta vez de un carácter mucho más hardrockero y a la vez desarrollando e intensificando la "acidez" que ya había germinalmente en Los Expresionistas. En todo caso será un grupo con mucha más solidez estilística.
Poco después de unirse ya están trabajando en un repertorio bastante amplio, del que elijen cuatro temas y editan una demo llamada "Vuelvo a tu mente". Escuchando esta demo se podría pensar en Lagartija Nick como referencia muy cercana, pero creo que solo hasta cierto punto, Fuzz Machine son más contundentes y muchísimo más excesivos en cuanto al uso de la distorsión. Sisto ha subido la intensidad de su guitarra de forma evidente y es la absoluta protagonista de todos los temas con unos riffs aplastantes y unos solos interminables que vienen directamente de una tradición musical que si bien se remonta a los años 60/70 (Wicked Lady, Dark, Morgen, Human Instinct, Flower Trabellin Band, etc) tiene una más clara comparación en la nueva psicodelia que resurgió en los 80 y continuó en los 90 con grupos ya míticos como Bevis Frond, Oustkirts of Infinity, Sun Dial, The Morticians o Fantasyy Factoryy, etc. Por otro lado, debido sobretodo a la cualidad tan pop de la voz de Sisto, hay rastros del sonido freakbeat de grupos como Open Mind o Creation, con melodías floridas y agradables que se amoldan perfectamente a la guitarra. Por su parte, la base rítmica no se queda atrás y hace su trabajo a la perfección sonando muy compacta, destacando el batería (a medio camino entre la sutileza y lo embrutecido).
Si bien la demo fue grabada, lógicamente, con unas limitaciones técnicas que hace que la banda no sonara al cien por cien de sus posibilidades, por ahí circulan discos que sonando peor se tienen por obras maestras, y esta maqueta es, hablando claro, una pequeña joya del heavy pych producido en este país. Tres de estos temas serían posteriormente regrabados para un EP, pero aquí suenan diferentes, con otros arreglos y una calidad de sonido inferior, pero aun así merece mucho la pena buscar esta maqueta y disfrutar del salvajismo luminoso de su sonido. Además, el último de los temas, "Astro Voodoo", no fue elegido para ese EP ni ha vuelto a aparecer en ninguno de los CD's editados por El Golem Discos, por tanto solo podrás escucharlo en esta maqueta.
En verano de 2002, los Fuzz Machine participan en la fiesta de presentación de la primera edición del desaparecido festival Serie Z, celebrado en Jerez de la Frontera. Por esa época también estuvieron en conversaciones con Animal Records para editar un EP de cuatro temas que se iba a llamar "Púrpura ardiendo". Los temas se grabaron y también se diseñó la cubierta, pero al final nada de esto vio la luz y ese material permaneció inédito hasta que recientemente ha sido editado en un CD con mucho material adicional. Los cuatro primeros temas son los que pertenecen al EP "Púrpura Ardiendo", de los cuales tres, como se ha dicho más atrás, ya conocíamos por la maqueta. Para este CD se ha respetado la portada tal y como iba a ser para el EP, un diseño que homenajea un viejo cartel de los Soft Machine. Los temas que lo componen son: "Mientras te vas", un poderoso rock que mezcla mucha y buena armonía en las voces con una base rítmica impactante y la siempre omnipresente y florida guitarra de Sisto. "Vuelvo a tu mente", de la que podríamos decir sin problemas que pertenece a la mejor tradición heavy psych, y es que las entradas de guitarras suenan verdaderamente brutales, con overdubs hasta el infinito que pueden hacer que tu cerebro se desdoble. Llega después el magnífico "Reptil Espacial", quizás el tema más redondo de Fuzz Machine, con una letra realmente sideral y un riff muy marchoso que no podrás dejar de seguir con todo el cuerpo. Y para acabar: "Sígueme en cada imagen", un corte algo más tranquilo y también melódicamente muy efectivo. En fin, escuchando estos cuatro temas resulta incomprensible que no se editara este EP en su día, hubiera sido rápidamente catalogado de culto para muchos de los seguidores de este tipo de sonidos y siendo por un sello como Animal, muy en boga en ese momento, hubiera dado mucha proyección a Sisto y su grupo. Cosas de la vida.
Como material adicional al CD “Purpura Ardiendo” hay cuatro temas que pertenecen a la etapa 1997-98, aun con Los Expresionistas, concretamente los que hubieran pertenecido al EP que tampoco en esa ocasión llegó a editarse. Sisto se acompañaba en estas sesiones de J. Miguel Cabral al bajo y Pablo Leon a la batería. Los temas son: "No pude mirar", que en mi opinión se acerca por momentos a una cierta atmosfera sixtie en las melodías, con mucho de los Beatles y algo de los Who, aunque siempre con esa impresionante guitarra de Sisto. "Alucinógeno" es bastante más garagero y agresivo. "Resurgimiento" es quizás mi preferido de esta etapa, un corte rápido y también con un cierto toque sesentero que animaría a un muerto, con melodía y guitarra a partes iguales. "Elektroshock" es bastante más potente, donde ante todo destaca la base rítmica muy cañera y una guitarra tremendamente distorsionada que en el centro se marca un fenomenal solo. Termina el CD con "Incomunicado", un corte bastante anterior (de 1993) y que se extrae de la primera maqueta de Los Expresionistas, que por lo demás anuncia lo que Sisto haría más adelante con Mater Dronic, ya que es un corte largo y bastante más desarrollado que los anteriores (y que los de Fuzz Machine), donde el grupo se toma su tiempo para ir transmitiendo la magia psicodélica. Hay que decirlo una vez más: es impresionante la guitarra y las formas que Sisto va creando a lo largo de todo el tema. Un auténtico placer.
En resumen, un CD imprescindible para conocer la evolución de Sisto.
Por desgracia Fuzz Machine tampoco llegó a cuajar y terminó por desaparecer, pero Sisto siguió probando con otras formaciones, cada vez más desanimado respecto a hacerse un hueco en el mercado discográfico "oficial" y en cierta manera resignado a ser el paradigma del músico underground que se tiene que editar a si mismo sus trabajos. Así, en 2004, (acompañado de unos cuantos músicos, algunos de ellos decidiendo aparecer con seudónimo) resurge con fuerza presentando su nuevo grupo, Mater Dronic, con la edición de "Mundo Espectro", un CD que en mi opinión supuso no solo la demostración de una profunda evolución musical desde la crudeza de Fuzz Machine hacia un sonido más refinado, complejo y espacial, sino también la revitalización de la casi inexistente escena psicodélica en este país en un momento en que la mayoría de las bandas que se acercaban a ese estilo estaban inactivas o incluso separadas.
Es este un disco valiente y único, un inmenso disco de rock psicodélico que además incluye importantes elementos del progresivo y space rock. Entendiendo que la psicodelia es más una forma de afrontar la creación musical que un estilo en si totalmente definido y cerrado, podemos decir que este primer trabajo de Mater Dronic es una obra absolutamente personal que huye de los mimetismos y comparaciones más evidentes. Por supuesto, como no podía ser de otra manera, es posible detectar muchas influencias y el lógico legado de décadas de rock ácido, más aun teniendo en cuenta que Sisto es un apasionado melómano y persistente coleccionista de discos. Por lo cual, a la hora de buscar referencias para su música, pueden salir a la palestra muchos nombres: Hawkwind, Bevis Frond, Jimi Hendrix, Sun Dial, Ashra Tempel, Acid Mothers Temple... pero que duda cabe que todos estas referencias han sido pasadas por una especial visión y una personalidad que los ha hecho totalmente suyos. Sisto es, ademas, un guitarrista portentoso, pero no hablamos aquí de mera virtuosidad técnica, sino de la capacidad de saber manejar con auténtica pasión una energía tan particular como es la electricidad convertida en música. Tocar así la guitarra, tal y como el lo hace, supone algo más que cuestión de técnica, oído y armonicidad, más bien es necesario saber sintonizar con esa emisora de rádio cósmica que ya visitaron en su momentos otros pocos elegidos.
Así pues, escuchar este disco, sumergirse en sus matices y laberínticas melodías, es toda una experiencia sónica inolvidable. Es verdad que se ha perdido parte de la fuerza y espontaneidad de Fuzz Machine, pero se ha ganado en complejidad y madurez. Cuando suena el primer tema, "Ángeles de opio", es como despegar hacia un viaje de emociones e imágenes alucinadas. Este primer corte es de por si hipnótico, un mantra de guitarras que va desarrollándose sinuosamente. Además, la voz de Sisto pone aquí los pelos de punta. Le sigue "De todo y nada y mientras", un tema mucho más rockero, más cercano al antiguo material de Fuzz machine. Nuevamente son impresionantes las guitarras que por momentos se duplican y triplican (o más) en un orden caótico alucinógeno que te dejará para el arrastre. Con "Mascaras de cielo" llega un momento más pausado, pero no por ello menos emocionante, la colaboración de Maki a la voz, combinada con la acústica, algunos sonidos eléctricos y percusiones muy delicadas, aporta un oasis de suavidad en medio de tanta tormenta eléctrica. Un tema que solo podemos calificar como bello. Después "Sin Fin", un corte de 19:26 minutos y quizás el tema más complejo del disco. Empieza de una forma sutil, pero poco a poco se eleva en todos los sentidos, cuando al momento en que Sisto dice: "Te regalo un viaje astral" se nos introduce de golpe en una dimensión musical de figuras absorbentes que van creciendo en intensidad hasta llegar al paroxismo psicodélico. A tener en cuenta la aportación de Thomas Rundquist al "freak piano", tal y como se lo define en la carpetilla del CD y Justo Bagüeste a los efectos sonoros, todo apoyado por una base rítmica impresionante y la siempre omnipresente guitarra de Sisto. "Amor Glacial" y "Como extraño" son otros dos temas repletos de matices, algo más pausados. Especialmente destacable el segundo, con un solo de guitarra demoledor en su centro. "Fuera del tiempo", penúltimo tema, una especie de blues de otro planeta y terriblemente lisérgico, tanto en su letra como por su estructura, sin percusión, apoyada en unas voces y guitarras distorsionadas y una armónica que entra de golpe para aumentar, si cabe, las emociones. Y como tema final "Sanctus mantra", con uno de los comienzos más guapos y alucinantes que nunca he oído. Brutal el trabajo de batería que no deja de remarcar las guitarras de Sisto mientras éstas van entrecruzándose dibujando figuras propias de un raga en el aire. Quizás sea el mejor tema, pero difícil es saberlo entre tanta calidad, en todo un caso es un magistral cierre para un disco imprescindible en la psicodelia actual no solo de nuestro país, sino también a escala internacional.
No obstante, parece que este disco no cosechó la relevancia que se merecía, aunque se ha movido por el extranjero y debe ser a estas alturas bastante conocido entre los aficionados de la psicodelia más dura. Es el primer trabajo de J. C. Sisto editado de una manera profesional, con una presentación más que buena (la excelente cubierta corrió a cargo de Angel Rodriguez, batería de los T Sex) y quizás sea, para quien no la conozca, la mejor forma de acercarse a su música.
Se hicieron algunos conciertos de presentación de este disco, entre ellos uno en el Magic Festival de Torredembarra. A partir de ese momento se alía por una buena temporada con los hermanos Ceballos de RIP KC, pasando Sergio de la guitarra (normalmente su instrumento) al bajo y obteniendo así un nuevo trío, formación que parece la más cómoda para Sisto. De esta manera tocan en 2005, para nuestra gran satisfacción, en el primer festival Mentes de Ácido de Sevilla. Fue un concierto realmente inolvidable.
No obstante, con los dos hermanos también absorbidos por su propio grupo los ensayos son pocos, aunque intensos, y deciden registrar alguno de ellos. Como resultado se editará una grabación con el título de "Sesiones Drónicas Vol. 2.", esta vez bajo la denominación de Fuzzy Lady. El CD consta de dos temas muy largos y con una calidad de sonido tirando para floja pero que va bien a este tipo de grabaciones que en cierta manera buscan eso: un sonido sucio y vibrante muy en la onda de las Acid Jams editadas en su momento por Woronzow Records (sello de Nick Saloman de Bevis Frond). Respecto a lo musical, estos dos temas son el resultado de la más pura improvisación guitarrera, la base rítmica es en realidad muy simple, con una línea siempre continua, siendo la verdadera protagonista la guitarra con una desbordante muestra de sonidos distorsionados y melodías marcianas que ascienden y descienden en ondas de pura electricidad. Estas sesiones fueron editadas por el sello El Ajo Rojo (aunque después serían reeditadas por El Golem), un sello underground de Madrid que además de este CD cuenta con otras referencias que pueden interesar a los amantes de la psicodelia y el experimentalismo más silvestre.
En un momento dado la colaboración con Adrian y Sergio también llega a su fin, quedan atrás unos cuantos conciertos y, especialmente, un inapreciable intercambio de conocimiento musical, especialmente en lo que respecta a RIP KC, que bajo mi punto de vista se vio bastante influido por este contacto con la música de Sisto. Sus dos últimos discos son la prueba de un acercamiento decidido a un rock más influido por la psicodelia y la experimentación.
Mientras tanto se había iniciado la precaria pero ilusionada existencia de un pequeño sello: Mentes de Ácido Records, que fue creado entre varios amigos y usuarios del foro vinculado a esta web que estás leyendo. Sin ánimo de lucro alguno y con el único interés de apoyar un cierto tipo de música, nos propusimos editar un primer CD que fuera especial, y sinceramente creo que lo conseguimos. Para la primera de nuestras “Sesiones Ácidas” logramos reunir en un pequeño estudio de Sevilla a cuatro de los mejores músicos de la escena underground de este país: Marco Serrato (bajo) y Borja Diaz (batería) de Orthodox, David Ruiz (batería) de Viaje a 800 y J.C. Sisto a la guitarra. A esta formación de lujo solo le pusimos una condición: que grabaran una versión de Tomorrow Never Know, ya que Sisto había estado tocándola en algunos conciertos de una reunión de Fuzz Machine en Jerez y tenía preparado un arreglo de guitarra. Aparte de esto los músicos no tenían ninguna idea preestablecida de lo que iban a hacer, no habían ensayado nada ni acordado ningún tipo de base sobre el que trabajar, así pues iban a saltar sin red. Sin embargo, ya fuera por el buen ambiente que inmediatamente se creó, o quizás que no había presiones de ningún tipo por parte de nadie, la sesión fluyó increiblemente.
La calidad de la grabación no es totalmente óptima, pero aun así registró a la perfección la atmósfera que se creó en el estudio. Comenzaron con “Tomorrow Never Knows”, sin ningún tipo de preparación, y lo iba a ser una versión más o menos fiel se convirtió en un largo corte de 20:15 minutos que a partir de la mitad deriva en algo que no tiene nada que ver con el famoso tema de los Beatles. Fue un comienzo mágico y la continuación no bajó el nivel, la interacción entre los cuatro fue increible y fluida. Es evidente que es un disco donde la guitarra lleva casi todo el peso, pero aun así la doble batería y el bajo hacen un trabajo crucial para la fuerza que se llegó a conseguir. De haber habido más medios y tiempo para un trabajo de composición propiamente dicho hubiera sido muy interesante ver el resultado, ya que la mezcla de intereses y personalidades de los cuatro, además de la calidad de cada uno, da que pensar en un resultado explosivo.
De un total que cabría en dos CD's se seleccionó algo más de 50 minutos y el producto es un CD que denominamos “Espacio Negativo” (tal y como se llama uno de los mejores temas que incluye el disco). El CD se ha puesto a la venta en varios puntos... ¡aunque hay que admitir que como discográfica somos un desastre gestionando la distribución y otros menesteres!
Tras esta colaboración Sisto se embarca en una serie de experimentos más personales cuyo primer resultado palpable es el CD “Gemini Suite”, editado por El GoLem Discos. Este CD consta de 5 temas instrumentales bastante largos y grabados íntegramente por él. Para ello ha hecho uso de una caja de ritmos, su guitarra y efectos sonoros sintéticos. El sonido que ha sacado a la caja de ritmos es bastante orgánico, imitando directamente lo que podría haber hecho una batería y un bajo reales, así que no tiene nada que ver con la música electrónica (salvo en algunos momentos). Los efectos sonoros si aportan una cualidad más mecánica y fría; quizás ese sea el principal problema que le veo a un disco de este tipo, falta lo que creo la necesaria interacción entre músicos y el diálogo que se crea. Sisto se sumerge en un mundo interior y cerrado que puede resultar muy interesante, pero al final no puedo evitar el tener presente hasta que punto es un simple experimento de algo que promete, pero que tiene mucho camino que recorrer. Evidentemente la parte que concierne a la guitarra es impresionante, pero la sección rítmica se me hace bastante monótona y los temas se resienten por ello. Prefiero mil veces una banda de rock de toda la vida. De todas maneras, como digo, como primera muestra de lo que Sisto puede hacer por esta vía no deja de realmente interesante.
Artículo de Antonio Ramírez
Bonus: Demo completa "Vuelvo a tu mente" de Fuzz Machine editada en 2002.
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